Amenazas a la biodiversidad de la Península de Yucatán, retos y necesidades de investigación

Por: Juan Manuel Dupuy Rada

 Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C.

La Península de Yucatán (PY) incluye los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo y el norte de Belice y Guatemala, alberga el segundo macizo forestal tropical más grande del continente después de la selva amazónica y constituye una provincia biótica homónima de gran biodiversidad. Posee una geología cárstica de origen marino, con un sistema de drenaje subterráneo, numerosos cenotes, extensos canales subterráneos y muy pocos ríos, y una topografía principalmente plana con elevaciones menores de 400 m. La porción mexicana alberga unas 2,300 especies de plantas vasculares, más de 3,000 especies de insectos, 543 de aves, 118 de reptiles y 60 de murciélagos. Además, posee diferentes tipos de vegetación, incluyendo selvas bajas, medianas y altas, selvas inundables (bajos), manglares, sabanas, petenes y dunas costeras (Durán y Méndez 2010, Islebe et al. 2015).

Esta región tiene una historia milenaria de uso de sus recursos naturales por los Mayas, con una población en épocas prehispánicas estimada en 5 millones, quienes identificaron y nombraron gran parte de la flora y fauna, y descubrieron muchas de sus propiedades útiles. Aún hoy se han documentado cerca de 680 especies de plantas medicinales, 130 especies maderables, 88 alimenticias y 28 melíferas. Además de estos bienes, los ecosistemas de la PY brindan importantes servicios ambientales (beneficios directos e indirectos a la sociedad), como la regulación del clima (temperatura, sequías, inundaciones, huracanes), la erosión del suelo, la calidad del aire y del agua y los vectores de enfermedades. Sus selvas albergan el reservorio de carbono forestal más grande del país –3,554 petagramos (1015 g)–, funcionando como un importante sumidero de CO2 atmosférico y protector de uno de acuíferos kársticos más grandes del mundo (Islebe et al. 2015).

Los ecosistemas de la PY y su biodiversidad han sido afectados por actividades humanas. La Figura 1 muestra los cambios de cobertura ocurridos entre 1974 y 2014 y la ubicación de las principales áreas naturales protegidas (ANP). Para 2014 solo 22% de su extensión territorial estaba cubierta por vegetación madura (concentrada en las ANP), 59% estaba cubierta por vegetación secundaria y 19% por zonas urbanas o agropecuarias. El principal agente de cambio ha sido la ganadería, que ha sustituido ecosistemas biodiversos y benéficos para la sociedad por grandes extensiones de propiedad privada poco diversas, productivas y redituables. Los incendios forestales (otro agente de disturbio relacionado) en la PY representaron el 42% de la superficie arbolada afectada del país entre 2003 y 2014. Ambos agentes amenazan la biodiversidad y agravan el calentamiento global liberando grandes cantidades de gases de efecto invernadero.

Figura 1. Cambios en la cobertura forestal de la Península de Yucatán entre 1974 y 2014, señalando áreas con y sin vegetación. Con base en los primeros 5 mapas (1974, 1994, 2000, 2007 y 2014) se identificaron áreas que permanecieron ocupadas por vegetación o por sistemas agropecuarios, zonas urbanas y áreas en constante cambio (deforestación-revegetación), y se calculó la edad de la vegetación (último mapa). Los polígonos muestran las principales ANP. Modificado de Islebe et al. 2015. Fuente: Pronatura Península de Yucatán, 2015.

Una nueva gran amenaza es el megaproyecto Tren Maya, ruta ferroviaria de 1,460 km y 18 estaciones, con desarrollos turísticos, habitacionales, de transporte y comercio de mercancías, que suponen un profundo reordenamiento territorial en cinco estados del sureste, y se conecta con el megaproyecto Corredor Transístmico por ferrovías, carreteras, puertos y las actividades económicas proyectadas (Figura 2). Estos megaproyectos buscan acortar la ruta y disminuir los costos de transporte de mercancías entre las principales economías del mundo (Estados Unidos, la Cuenca del Pacífico y la Unión Europea), facilitar la explotación y transporte de petróleo, gas y minerales, y potenciar el turismo en la región. Sin embargo, representan un grave riesgo de deforestación, degradación y fragmentación de la vegetación mejor conservada de la PY en ANPs de vital importancia, como la Reserva de la Biosfera Calakmul, la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, la Reserva Estatal Balam-Kú y el Área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté, con las consecuentes pérdidas de biodiversidad y servicios ecosistémicos primordiales, incluyendo la capacidad forestal de mitigar el cambio climático y de recargar el acuífero (Figura 3). Urge entonces realizar investigaciones transdisciplinarias para evaluar los impactos ambientales y socioeconómicos de estos megaproyectos y otras actividades humanas y proponer estrategias para minimizar o revertir la pérdida de biodiversidad y de los servicios  ecosistémicos de la PY.

Figura 2. Megaproyectos (Tren Maya y Corredor Transístmico) y principales yacimientos de hidrocarburos y minerales en el Sureste de México. Tomado de: http://geopolitica.iiec.unam.mx/sites/default/files/2020-03/RESUMEN-EJECUTIVO-GCTTM-ok.pdf
Figura 3. Principales Áreas Naturales Protegidas (ANP) y características geohidrológicas que se verían afectadas por el Tren Maya. Tomado de: http://geopolitica.iiec.unam.mx/sites/default/files/2020-03/RESUMEN-EJECUTIVO-GCTTM-ok.pdf

Referencias

  • Durán, R., Méndez, M. (Eds.). 2010. Biodiversidad y Desarrollo Humano en Yucatán. CICY, PPD-FMAM, CONABIO, SEDUMA. 496 pp.
  • Islebe, G.A., et al. (Eds.). 2015. Biodiversity and Conservation of the Yucatán Peninsula, Springer. 401 pp.
  • Grupo CONACYT para el análisis de riesgos en los territorios del Tren Maya. 2019. Territorios mayas en el paso del tren: situación actual y riesgos previsibles. http://geopolitica.iiec.unam.mx/sites/default/files/2020-03/RESUMEN-EJECUTIVO-GCTTM-ok.pdf

Reseña del autor

Juan Manuel Dupuy Rada es Biólogo por la Universidad de Los Andes, Bogotá, Colombia y Maestro y Doctor en Ecología por la Universidad de Connecticut, Estados Unidos. Es Investigador Titular C del Centro de Investigación Científica de Yucatán. Es Editor Asociado de la revista Tropical Conservation Science y lo fue también de Tropical Ecology. Actualmente es Investigador Nacional nivel II. Tiene amplia experiencia en investigación en ecología de selvas tropicales, abarcando temas como: 1) regeneración, sucesión y dinámica comunitaria de plantas leñosas, 2) patrones, procesos y factores que determinan la estructura, diversidad y composición florística de selvas en paisajes alterados por actividades humanas, 3) estrategias de vida y rasgos funcionales de plantas leñosas en selvas secas y 4) estimación y monitoreo del carbono en la biomasa forestal aérea.

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