
Por: María Cristina Mac Swiney González
Centro de Investigaciones Tropicales. Universidad Veracruzana. cristinamac7506@gmail.com
En los últimos 20 años, la diversidad de fauna a nivel global ha sufrido una pérdida notoria, inequívocamente demostrada en investigaciones científicas. Dentro de la fauna, existe un grupo muy afectado por acciones humanas, pero cuya disminución en abundancia y riqueza pasa desapercibida para la mayor parte de la población humana, los murciélagos. Este grupo de mamíferos realiza noche a noche diversos servicios ecosistémicos, entre ellos la dispersión de semillas, el control de poblaciones de insectos (muchos de ellos plagas para el hombre), la polinización de plantas, que son fundamentales para los humanos. Sin embargo, numerosas acciones antrópicas vulneran la conservación de los murciélagos. Por ejemplo, desde el 2006, la dispersión accidental en cuevas norteamericanas de la espora del hongo Pseudogymnoascus destructans, proveniente de Europa, ha diezmado las poblaciones de varias especies de murciélagos norteamericanos, al punto que se calcula que cerca de 7 millones de murciélagos han muerto en tan solo 15 años. Incluso una reciente investigación demuestra que tres especies de murciélagos norteamericanos han perdido 90% de sus poblaciones en los últimos 10 años, como resultado de la infección derivada de este hongo. Adicionalmente, la transformación y destrucción de los diversos ecosistemas que realizamos cotidianamente, son de los factores más importantes que contribuyen en la disminución de la diversidad los murciélagos. Esto se debe a que la mayoría de las especies de murciélagos dependen de la vegetación conservada como sitio de refugio o sitio de alimentación.

En el último año, los murciélagos han estado en el centro de atención en todo el mundo, debido a su conexión posible con el Sars-Cov2 o Covid-19, enfermedad viral que ha ocasionado una pandemia y cobrado la vida de más de cerca de 4 millones de personas a nivel global. Las investigaciones más recientes muestran que el origen y evolución de este virus está ligado a especies murciélagos asiáticos, situación que ha desencadenado una serie de acciones negativas por parte de personas en contra de estos mamíferos en diferentes partes del mundo.

En México, durante el 2020 y lo que llevamos del 2021 se han detectado al menos cerca de 15 ataques a murciélagos en diferentes estados, entre los que destacan Yucatán, Tlaxcala, Veracruz. En varios de estos ataques, la gente ha expresado su rechazo a los murciélagos y justificado la acción de matarlos por temor al contagio o como venganza por la actual pandemia. Estas acciones dejan claro el gran desconocimiento que la gente tiene de la importancia de los murciélagos y la urgente necesidad de que las investigaciones científicas sean comunicadas con mayor eficiencia a los miembros de la sociedad en diversos foros como escuelas, comunidades locales, en asociaciones ganaderas. Solo así podríamos tener más herramientas para que acciones tan negativas, como las registradas en los últimos años en contra de los murciélagos se detengan.

Referencias
- Cheng, T. L., Reichard, J. D et al. (2021). The scope and severity of white-nose syndrome on hibernating bats in North America. Conservation Biology. DOI: 10.1111/cobi.13739.
- Diario de Yucatán. (2020). https://www.yucatan.com.mx/merida/murcielagos-muertos-en-merida-un-ataque-a-causa-del-covid-19.
Reseña de la autora

María Cristina Mac Swiney González. Es investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana. Realizó el doctorado en la Universidad de Aberdeen, Escocia investigando la comunidad de murciélagos en cenotes de la Península de Yucatán. Trabaja desde hace más de 20 años con murciélagos, investigando diversos aspectos de relacionado con la distribución de especies, caracterización de comunidades, ecolocalización e interacción planta-murciélago. Actualmente es Vicepresidente de la Asociación Mexicana de Mastozoología A.C. y miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 2.