Integridad de los ecosistemas y biodiversidad: El caso de Cuatro Ciénegas

Por: Valeria Souza Saldivar

Instituto de Ecología UNAM. souza.valeria2@gmail.com

Cuatro Ciénegas (CC) es un sitio extraordinario, es un valle en forma de mariposa blanca que se posa entre sierras en el desierto Chihuahuense, en el centro del estado de Coahuila. Este valle tiene, sin exagerar, al oasis mas biodiverso del planeta, a pesar de que este es el sitio con menor proporción de fósforo en relación con nitrógeno que se conoce. Esta paradoja de la biodiversidad en un sitio sin la fuente de energía fundamental para la vida (el fósforo) es sumamente interesante, ya que se resuelve al entender que esta era la condición ancestral del sitio y que por lo tanto toda la vida esta adaptada de una manera exquisita a esta limitante letal para organismos de otros sitios.

¿A qué me refiero con esto? A que en CC se guardaron las condiciones del mar ancestral, un mar rico en azufre y pobre en fósforo, entre los sedimentos, limos, arcillas de una sierra llamada San Marcos y Pinos. El agua per se, probablemente se recicló en el infinito ciclo local del agua en el humedal. Lo fascinante es que tenemos evidencias de que, no solo los minerales se quedaron entre las rocas, sino que las comunidades completas que forman tapetes microbianos y estromatolitos en las pozas de Cuatro Ciénegas, también se quedaron por millones, tal vez miles de millones de años en este ciclo de montaña y sol (Figura 1).

Figura 1.  Tapete microbiano de domos del arqueano (izquierda) y domos del arqueano (derecha), poza recién descubierta, la más diversa  de todas.

Este portento biológico tal vez se debe en parte a que este sitio es donde se rompieron 2 súper continentes en la historia del planeta: Rodinia, al final del precámbrico y Pangea durante el Jurásico. La cicatriz de esa tectónica extraordinaria explica la forma particular del valle, pero también explica el porque se quedó en las profundidades de San Marcos y Pinos la anomalía magmática que rompió a los súper continentes (Figura 2). En la actualidad ese magma no solo alimenta a parte de la comunidad microbiana, sino que es esencial para explicar el ciclado de agua y nutrientes entre la superficie y el manto freático profundo.  Con el agua se mueven las comunidades microbianas fundando nuevas pozas al moverse la montaña y estableciendo una enorme dinámica poblacional en las comunidades de las que ya están conformadas.

Figura 2. El valle desde la Sierra La Madera; se ve aquí la forma increíble de la Sierra de San Marcos y Pinos que se levantó en el Cretácico guardando en su seno a la diversidad microbiana del pasado y sus minerales. Ahí está la bolsa magmática que explica el humedal.

Sin embargo, este danzar del agua que ha durado eones, ahora esta interrumpido por la avaricia y la ignorancia humanas.  Primero fueron los canales que rompieron la recarga de los manantiales, sacando el agua primigenia a cultivos. Después la avaricia aumentó y la permanencia del humedal fue cuestionada…”para que sirve el agua estando ahí, no sirve de nada”…razón por la cual, en inicios de los 70´s se hicieron varias obras precisamente para secar el humedal y abrir la frontera agrícola a los ejidatarios a quien recientemente se les había repartido la tierra. Uno de ellos, saca salada, exporta esta agua “de desperdicio” 80 km fuera del valle a Monclova. El cultivo que se decidió poner desde esos entonces, dado que es zona ganadera, fue alfalfa, ya que el agua, aparentemente era infinita. La alfalfa es el cultivo mas sediento que conozco y en 50 años se chupo al 90% del humedal (Figura 3). A estos canales hay que agregarle un sin numero de pozos legales e ilegales y sobretodo un desorden absoluto en quien es dueño de que concesión de agua. Esperemos que el trabajo con la sociedad de Cuatro Ciénegas, y sobretodo del trabajo con sus niños y jóvenes esté cambiando la percepción del agua en este oasis extraordinario que ha resistido a todo tipo de cambio climático a 5 extinciones globales, al levantamiento del altiplano central y de la sierra madre oriental, pero no nos ha resistido a nosotros, los humanos que vimos pisar al primer hombre en la luna y que tuvimos en ese momento la conciencia de esta frágil bola azul que llamamos hogar, que llamamos Tierra.

Figura 3. Valeria muy triste junto a un churince seco.

Reseña del autor

El área de trabajo de la Dra. Valeria Souza es la Ecología Evolutiva y la Evolución Molecular de los Microorganismos y trabaja con la pregunta: ¿porqué hay tantas especies? Es decir, cuales son los procesos evolutivos, fisiológicos y ecológicos que separan a los organismos que forman poblaciones hasta convertirlos en especies, así como entender cómo varias especies similares pueden coexistir en un sitio particular y saber qué redes de interacciones forman. Tiene más de 100 artículos en revistas arbitradas con más de 7000 citas, 40 capítulos en libros, un libro coeditado y dos textos de biología para 5º de preparatoria programa UNAM. Es SNI nivel III. Ha recibido muchas distinciones y premios académicos y ambientales. Trabaja en el Instituto de Ecología, UNAM.

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