La avifauna del confinamiento

Por: Rodrigo Pacheco Muñoz

 Doctorando en el Laboratorio de Ecología Funcional, Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, UNAM. rodpacheco@iies.unam.mx

El periodo de confinamiento que se implementó en México como medida de control ante la llegada de la pandemia de la COVID-19 fue similar al de otros países. Se ha propuesto que este periodo con una súbita y considerable reducción de nuestras actividades se llame antropausa (Rutz et al. 2020). Durante este periodo surgieron reportes ciudadanos en los medios y las redes sociales sobre avistamientos de fauna supuestamente raros. De esta forma, la antropausa planteó una oportunidad única y a escala de ciudad para probar si esto afectó a la fauna urbana.

Para algunos citadinos hay aves tan comunes que forman parte de nuestra vida diaria. Las palomas (Columba livia) alimentándose de semillas alrededor de los kioscos y las calles del centro, por ejemplo, o el canto de los Zanates (Quiscalus mexicanus) por la mañana. También hay aves no tan frecuentes en las calles, pero sí comunes en los parques.  Por ejemplo, en parques de Mérida se pueden observar Momotos Ceja Azul (Eumomota superciliosa) y en los parques de Morelia es frecuente el Pico Mexicano (Dryobates scalaris). Algunas especies de aves pueden hacer un uso amplio del espacio urbano mientras que otras se limitan a usar mayoritariamente los espacios verdes. También hay aves que simplemente prefieren evitar a las ciudades. Esta respuesta diferencial entre especies de aves a la urbanización se ha relacionado con características de sus rasgos funcionales y de sus historias de vida.

Nuestras actividades, como el paso de transeúntes y automóviles así como el ruido ambiental, son factores intrínsecos que constituyen el hábitat urbano. Su intensidad tiene el potencial de limitar la presencia de aves a nivel de especie e incluso poblaciones urbanas y no urbanas de una misma especie pueden responder distinto. La percepción de las aves sobre el peligro es importante y determina su habituación en las ciudades. Por ello, en el Laboratorio de Ecología Funcional del IIES quisimos evaluar si durante la reducción de actividades ocurrieron cambios en el ensamble de aves de Morelia.

Afortunadamente durante el invierno de 2018-2019 y el verano de 2019 realizamos registros de las aves urbanas en diversos puntos de Morelia y consideramos que estos nos brindan una referencia pre-confinamiento. A partir de estos puntos evaluamos al ensamble de aves de Morelia durante la última semana de la Fase II y durante el regreso a la nueva normalidad, exactamente a un año del censo de verano. Con base en las Tendencias de movilidad de Google del estado de Michoacán asumimos que nuestros registros en Morelia se realizaron durante las semanas con menor actividad y luego de un periodo de recuperación paulatina (Figura 1). Estas tendencias de movilidad también indican que en las zonas residenciales aumentó la actividad. Sorprendentemente, nuestros resultados preliminares muestran que no ocurrieron cambios en la riqueza de especies y tampoco en la abundancia de aves antes, durante y después del confinamiento. Tampoco detectamos cambios en su composición, a pesar de una disminución de más del 30% de la actividad. Estos resultados preliminares son similares a los reportados por Gordo et al. (2020) en Cataluña, donde reportan la ausencia de cambios en la ocurrencia de las aves como consecuencia del confinamiento. No obstante, si reportan cambios en su detectabilidad. Si bien las especies que constituyen al ensamble de este grupo y estas ciudades no cambiaron, su comportamiento individual podría responder rápidamente. Los resultados de Derryberry et al. (2020) con un ave focal de San Francisco, EU, por ejemplo, indican que sus vocalizaciones se modificaron durante el confinamiento.

Figura 1. Reporte de movilidad de la comunidad de Google de Michoacán, México. Cada color representa distintos tipos de áreas o establecimientos. Las líneas rojas punteadas representan los dos periodos en los que se realizaron los registros de aves de Morelia.

Es deseable que las evaluaciones de la relación entre la reducción de actividades y la biodiversidad durante la pandemia de la COVID-19 consideren al comportamiento como la forma de respuesta más rápida de la fauna y a las especies comunes del área. Además, se pueden plantear evaluaciones con contrastes temporales posteriores a la pandemia y el uso de registros de plataformas establecidas de ciencia ciudadana.

Referencias

  • Derryberry, E.P., Phillips, J.N., Derryberry, G.E., Blum, M.J., Luther, D., 2020. Singing in a silent spring: Birds respond to a half-century soundscape reversion during the COVID-19 shutdown. Science 370, 575–579. https://doi.org/10.1126/science.abd5777
  • Gordo, O., Brotons, L., Herrando, S., Gargallo, G., 2020. Rapid behavioural response of urban birds to covid-19 lockdown (preprint). Ecology. https://doi.org/10.1101/2020.09.25.313148
  • Rutz, C., Loretto, M.-C., Bates, A.E., Davidson, S.C., Duarte, C.M., Jetz, W., Johnson, M., Kato, A., Kays, R., Mueller, T., Primack, R.B., Ropert-Coudert, Y., Tucker, M.A., Wikelski, M., Cagnacci, F., 2020. COVID-19 lockdown allows researchers to quantify the effects of human activity on wildlife. Nat Ecol Evol 4, 1156–1159. https://doi.org/10.1038/s41559-020-1237-z

Reseña del autor

Rodrigo Pacheco Muñoz es candidato a Doctor en Ciencias Biológicas por la UNAM. Sus intereses de investigación se centran en la migración, la ecología de fauna en paisajes modificados por actividades humanas, la invasión de especies y las interacciones ecológicas. Su principal modelo de estudio son las aves neárticas-neotropicales. Actualmente su trabajo se enfoca en entender el papel que juega la urbanización en este ensamble, desde una perspectiva ecológica y fisiológica. También divulga ciencia en su podcast Historias Cienciacionales (@Cienciacionales) como co-conductor.

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